La Movilidad Humana no se detiene y así lo pudimos constatar durante los días 20 al 22 de Agosto en la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander, donde los reporteros de la Red Entre Parceros y Panas realizaron su tercer encuentro en el municipio de Bochalema a escasos 50 minutos de la Capital Nortesantandereana.

Allí los reporteros colombo-venezolanos junto con el facilitador Del Instituto Radiofonico Fe y Alegría – IRFA Venezuela – Rogelio Suarez, los coordinadores para el programa Stephany Escobar y Carlos Krich y Alma Montoya Directora Grupo Comunicarte se capacitaron en temas de Comunicación, Medios y Movilidad Humana.

Como trabajo de practica en este taller, los reporteros hicieron visita al corregimiento la Parada ubicado en los limites de la frontera en el Puente Internacional Simón Bolívar para ver de cerca la situación real que viven los migrantes venezolanos que llegan a Colombia en búsqueda de mejores oportunidades, ya que en el vecino país no hay lo suficiente para vivir diariamente.

Hoy existen en este lugar organizaciones en la que destacamos al centro de ayuda Alimentaria “Casa de Paso” que presta atención a toda esta población migrante con alimentación, brindandoles un desayuno y un almuerzo a cerca de 4.500 personas en medio de este peregrinaje de algunos que van para otros lugares de Colombia y del continente, así como aquellos que llegan del vecino pais solo a recibir la alimentación y regresan por el mismo camino que llegaron. Los migrantes y refujiados aun tienen esperanza.

Jorge Díaz – Reportero Entre Parceros y Panas

Hoy 24 de abril ASIVIDA (Amar si da Vida) cumple 16 años, de trabajo mancomunado con personas al interior y exterior de la Iglesia. Trabajando diferentes enfoques cada uno de ellos aportando a la integralidad del ser humano.

Desde la perspectiva de amor propio, prevención y la no discriminación. Cada una de las personas que han participado de Asivida Coordinadoras,
voluntarios(as),Pastores y Pastoras, organizaciones y participantes han aportado para que este proyecto continúe en la construcción de nuevos saberes, solidaridad y la no discriminación en el marco de la proclamación del Evangelio de Jesús.

“Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. Romanos 12:10”

A continuación en el siguiente link recordamos la historia de Asivida. Click Aquí…

La Conferencia de Obispos de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA) apoya y sostiene en oración al pueblo de Venezuela durante la actual crisis multifacética dentro de su nación. Nos preocupan las consecuencias de esta crisis como ya se sintió en los países vecinos y su impacto más amplio en la paz y la seguridad internacionales.

Apoyamos fervientemente a nuestra iglesia compañera, la Iglesia Evangélica Luterana en Venezuela (IELV) y secundamos el llamado del Rev. Dr. Nestor Friedrich, vicepresidente de la Federación Luterana Mundial (FLM) para América Latina y el Caribe, por “una negociación Resolución pacíficamente construida ”de la crisis. (Carta del Reverendo Friedrich al Presidente del Pastor IELV, Reverendo Gerardo Hands, 31 de enero de 2019.) A este respecto, y en vista de la historia de las intervenciones militares de los EE. UU. En América Latina, nos preocupan las declaraciones de la Presidencia de los EE. UU; Administración que no descarta opciones militares.

También apoyamos la declaración de LFW, emitida el 29 de enero de 2019, que señala los peligros de la “interferencia externa, incluida la amenaza de intervención y acción militar”, y los beneficios de utilizar “los mecanismos multilaterales existentes de la Organización de los Estados Americanos y las Naciones Unidas para pacíficamente”. abordar la crisis actual en el país “y” brindar asistencia humanitaria al pueblo de Venezuela “.

En vista de la crisis, la Conferencia de Obispos de la ELCA se une a la FLM para pedir a todas las partes que respeten los derechos humanos reconocidos internacionalmente, para pedir que se detenga la deportación de los venezolanos que se encuentran actualmente en los Estados Unidos y para solicitar una nueva elección presidencial en Venezuela. tan pronto como sea posible, uno que será administrado por nuevas autoridades electorales, realizado bajo supervisión internacional y supervisado por un gobierno neutral.

Afirmamos las formas en que nuestra iglesia ya ha estado ayudando a los venezolanos dentro y fuera de su país a través de nuestro Fondo Internacional para Desastres de la ELCA, incluyendo el siguiente apoyo ofrecido:

• a la Iglesia Evangélica Luterana en Venezuela, para distribuir alimentos en el hogar de sus niños, su preescolar y las despensas de alimentos de sus congregaciones;

• a la Iglesia Luterana Evangélica Unida (IELU) en Argentina y Uruguay, para ayudar a las familias migrantes venezolanas que llegan a Posadas, Misiones, Argentina;

• a la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), para crear un centro de asistencia humanitaria para los migrantes venezolanos en Colombia;

• a Educación Popular en Salud (Educación popular en salud), para brindar asistencia humanitaria de salud a inmigrantes venezolanos en Chile;

• a la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana, para responder a la crisis migratoria venezolana en Colombia;

• a la oficina del Servicio Mundial de la FLM en Colombia, para brindar asistencia humanitaria y protección a los migrantes venezolanos en los asentamientos de Saravena-Arauca; y

• a Lutheran World Relief en Perú, para ayudar a brindar asistencia humanitaria y defender los derechos de los migrantes para los venezolanos en Perú, en asociación con la Iglesia Luterana del Perú.

También afirmamos con gratitud los otros trabajos significativos que están realizando nuestras iglesias compañeras y sus socios en Colombia, Perú, Chile y Argentina que reciben y apoyan a los refugiados de Venezuela.

Conscientes de la ubicación de Venezuela en la Cuenca del Caribe, recordamos nuestro Plan de Acción para toda la Iglesia en América Central y el Caribe (adoptado por el Consejo de la Iglesia de la ELCA en 1990), que nos llama a “trabajar por la justicia y la paz, incluido el apoyo a una solución negociada para los conflictos, terminando con toda la ayuda de Estados Unidos relacionada con la guerra a la región y abogando por una asistencia humanitaria sin restricciones ”.

Conferencia de Obispos de la ELCA, marzo de 2019

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El pasado 1 de Marzo, nos reunimos mujeres y hombres de diferentes denominaciones en la Iglesia Luterana de habla Alemana de Bogotá; para celebrar el Día Mundial de Oración (DMO), iniciativa impulsada por el Movimiento Ecuménico Mundial conducido por mujeres.

En esta ocasión se celebró una liturgia elaborada por el Comité del Día Mundial de Oración de Eslovenia bajo el lema “vengan que ya está todo preparado”. Dicho espacio nos permitió reflexionar sobre temas tan actuales como la exclusión, las migraciones, la inequidad y la injusticia contrapuesto al mensaje de Jesús que invita con alegría a la mesa preparada por Él mismo donde por su gracia hay lugar garantizado para todos y a todas sin excepción.

La IELCO, estuvo representada por el obispo Rev. Atahualpa Hernández, la Sra. Rosaura Buitrago presidenta del Ministerio Nacional de Mujeres (MNM), la Sra. Elizabeth Arciniegas Vicepresidenta del MNM y miembro del Comité Organizador del DMO.

Agradecemos al Comité Organizador del DMO por su dedicación y empeño y de manera particular a la Iglesia Luterana de habla Alemana por su generosa hospitalidad.

(LWI) – Colombia’s hard won peace accords are at risk in the current political climate. That’s the view of a civil society delegation from the South American nation that presented a shadow report to the United Nations Committee on the Elimination of all forms of Discrimination Against Women (CEDAW) in mid-February.

The shadow report, compiled by a coalition of NGOs including a network of churches known as DIPAZ, is entitled ‘Women and Peace in Colombia: in search of full rights’. It details allegations of human rights violations that continue to affect the most vulnerable women in the country, despite new hopes for justice and peace raised by the signing of a national peace agreement in August 2016.

Sara Lara is coordinator of the human rights program of the Evangelical Lutheran Church of Colombia (IELCO). She was part of the delegation attending the CEDAW session in Geneva and she explains the challenges faced by those working for human rights in her country today: “We hoped the FPA [Final Peace Agreement] would usher in a new era of peaceful relations”, she says, yet she notes that conflict continues in many areas of the country.

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(Mateo 13: 1-9, 18-23). Comenzando en el capítulo 13 del Evangelio de Mateo, después de haber recibido mucha oposición (en las historias anteriores), el estilo de enseñanza de Jesús cambia. En lugar de proclamar claramente el Reino de Dios, comienza a hablar en parábolas que son significativas para los creyentes pero incomprensibles para los incrédulos.

La mayoría de estas breves historias son acerca de los trabajadores: un sembrador plantando un campo (Mateo 13: 3-9); Una mujer amasando levadura en pan (Mateo 13:33); Un cazador de tesoros (Mateo 13:44); Un comerciante de perlas (Mateo 13: 45-46); Algunos pescadores (Mateo 13: 47-50); Y un jefe de familia (Mateo 13:52).

En su mayor parte, estas no son historias sobre el trabajo que representan. Jesús no nos dice cómo sembrar adecuadamente un campo, cómo hornear pan, o cómo invertir en mercancías. En cambio, Jesús usa los objetos materiales y el trabajo humano como elementos de historias que nos dan una visión del Reino de Dios. Nuestro trabajo es capaz de dar significado, incluso para ilustrar realidades eternas. Esto nos recuerda que nosotros y el mundo que nos rodea surgen de la creación de Dios y permanecemos como parte del Reino de Dios.

Jesús redefine la familia en el texto inmediatamente anterior a esto. ¿Quiénes son mi madre, hermana, hermano? Aquellos que hacen la voluntad de mi Dios en el cielo (Mateo 12: 47-50). Uno no se hace parte de la familia de Cristo por nacimiento. Las parábolas son enseñanzas, maneras en que Jesús instruye a sus seguidores a convertirse en discípulos, en parte de la familia.

En la parábola del evangelio de hoy (Mateo 13: 1-9, 18-23), la imagen del sembrador es la de quien generosamente, casi atronadamente, dispersa las semillas por todas partes. La gracia es abundante. La bondad de Dios es abundante. La palabra de Dios es abundante. Las posibilidades para el mundo y su gente son numerosas y maravillosas.

El desafío es compartir esta abundancia responsable y amorosamente. Algunos cierran sus ojos u oídos o corazones y no responden a la palabra. Atrapados por la riqueza y la ansiedad, podemos cerrarnos a la realidad de los pobres y marginados de nuestro mundo. Asombrados por las estructuras e instituciones de nuestro mundo, podemos sentirnos paralizados. La palabra de hoy nos recuerda que algo más es posible.

Vivimos en un mundo que tiene abundantes recursos. El mundo puede proporcionar alimento y refugio para todos. Sin embargo, algunas personas son muy ricas y algunas son muy pobres. Algunas personas comparten la abundancia y algunas personas no tienen casi nada. Algunas personas viven con un dólar al día y algunas personas tienen millones de dólares para gastar. Algunas personas comen muy bien y algunas tienen problemas para comer una vez al día. Algunas personas tienen electricidad y otras no. Algunas personas tienen dos o más casas. Algunas personas están sin hogar. Algunos viven de una manera que se preocupa y respeta nuestro planeta y su medio ambiente y algunos abusan nuestros recursos naturales.

En un mundo de grandes posibilidades, la distribución justa de los dones de Dios es el desafío. Dios nos invita a un compartir responsable de la abundancia y una renovación de las estructuras que darán a cada uno una oportunidad justa de compartir las riquezas del mundo. Podemos compartir la abundancia o podemos acumular la abundancia. Tenemos una opción.

Jesús nos enseñó cómo convertir toda la tierra en suelo fértil, y es escuchándolo y actuando en Sus enseñanzas que podemos hacer esto. Sólo entonces todas las “semillas” de Dios alcanzarán todo su potencial.

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