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Mensaje de Pascua: Un tiempo para reflexionar sobre nuevas perspectivas

Para mí personalmente, el período de Pascua de este año es bastante distinto. Dos días antes del Viernes Santo, las personas indonesias daremos un mayor impulso a la democracia al ejercer nuestros derechos individuales al voto en las elecciones generales.

Creo que las elecciones afectarán significativamente el futuro de la democracia de nuestro país. Todos los días, este año, se nos ha expuesto a la denominada “campaña negra” que es una combinación de noticias falsas y discursos de odio promovidos a través de varias plataformas de redes sociales.

La “guerra” comenzó entre grupos rivales de dos candidatos a la presidencia, que, mejor la puedo describir como un partido político nacional contra un partido político religioso que causa tensiones en las comunidades de base y polariza a los grupos étnicos y religiosos.

Las elecciones tienen lugar en el mismo momento en que cristianas y cristianos se preparan para recordar la muerte y resurrección de Jesucristo. Me estoy preparando para ver su amor por nosotras y nosotros en esta compleja situación política. Es innegable que, en el periodo predominante de la campaña electoral en Indonesia, muchas y muchos cristianos pueden sentirse atrapados entre la rabia y la confusión.

Cuando promovemos la paz y la justicia, se nos tacha de hipócritas, cobardes, falsas y falsos creyentes. La situación política también ha creado una brecha entre cristianas y cristianos. De hecho, en toda Asia y, sobre todo, en Medio Oriente encontramos iglesias miembro en situaciones similares, clamando a Dios por paz y justicia.

¿Cómo podríamos abordar el sacrificio de Jesús en una “guerra política”? Su muerte es una muerte de lucha y dolor. Su sacrificio renueva nuestras vidas. “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

El Domingo de Pascua, cada vez que recordamos la sangre y el sacrificio de Jesús, también recordamos que somos nuevas criaturas. Su gracia refresca nuestras almas fatigadas. Su amor renueva nuestras viejas perspectivas. Dios no promete un mundo nuevo ni una nueva realidad, más bien nos da una nueva perspectiva para verla realidad.

Oro para que, en medio de situaciones políticas y similares, de constante incertidumbre y tensión, el mensaje de esperanza de Pascua y la nueva realidad en Jesucristo contribuyan a sanar las situaciones desgarradoras que nos rodean.

Desri Maria Sumbayak, Vicepresidenta de la FLM para Asia, integrante de la Iglesia Cristiana Indonesia.

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